Crisis vitales y desmotivación

La motivación está formada por todo aquello capaz de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo, o sea, mi comportamiento hacia algo concreto que quiera o desee.

Un elemento primordial para la motivación es la manera de sentir nuestras EMOCIONES, según la cual actuaremos de una forma u otra. Ciertamente, la motivación tiene un gran poder sobre las decisiones y comportamientos humanos, pudiendo ser tanto para crear como para destruir, pero también es verdad que podemos dejar de estar motivados hacia algo e incluso cambiar de objetivo, por lo que en sí, la motivación da un gran poder de movimiento a las personas, siendo, además, la base del aprendizaje. Tendrá mucho que ver en procesos de cambio y adaptación a situaciones nuevas o diferentes.

Una persona motivada en alguna o todas las áreas de su vida (trabajo, amistades, pareja, estudios, ámbito personal, etc.) conseguirá resolver mejor cualquier problema de crisis en la misma (Separación, Muerte, Enfermedades corporales, Desempleo, Trabajo nuevo, Fracaso económico).

Los efectos que puede producir una crisis vital suelen hacer tambalearse partes de la vida que no son las directamente afectadas; por ejemplo, un cambio importante en el trabajo (desplazamiento, cambio de actividad, etc.) puede afectarnos en el ámbito familiar y personal, por lo que es importante detectar estas crisis y aprender a manejarnos hasta que se consiga superar, aun sabiendo que ello implica tomar ciertas decisiones que no siempre son fáciles, o no nos sentimos capaces de tomar.

Si te sientes muy desbordado con sentimientos sufrimiento, tristeza o angustia por algún acontecimiento de tu vida, en el Centro Psicológico Rosvall te ayudaremos a superar esos problemas.